De la leche a los abrazos
Noviembre, 2024
Hoy quiero compartirte un poco de lo que he vivido con Alice en las últimas semanas. Hace unos días, oficialmente concluimos nuestro proceso de destete, y todo fue muy distinto a como lo había imaginado.
En redes sociales veía videos de niños felices diciendo adiós a la leche de mamá en una última toma llena de ternura y celebración. Yo quería algo así, pero nuestra experiencia fue muy diferente😄, tuvimos mucha resistencia y semanas de gran entrega emocional.
Sé que la lactancia y el destete son temas muy sensibles porque no siempre se desarrollan como quisiéramos. Si este tema toca fibras que prefieres no mover, puedes dejarlo pasar, y nos leemos en el próximo newsletter.
Mi intención al platicarte cómo vivimos nuestro proceso es que puedas sentirte acompañada si estás pasando por algo similar o si en algún momento decides dirigir el destete por tus propias necesidades. Cada caso es único, y las historias que compartimos como mamás son para acompañarnos, no para compararnos. Siempre que tengas dudas, consulta con un especialista.
Sin más preámbulo, paso a compartirte nuestra experiencia.
¿Por qué decidí destetar?
Mi lactancia con Alice, aunque ha tenido retos, ha sido uno de los vínculos más preciosos entre nosotras. Nos dio tanto, a ella y a mí, y así quiero recordarla.
Ella podría continuar por tiempo indefinido y mi deseo inicial era terminar nuestra lactancia cuando ella estuviera lista, pero mi cuerpo ya me estaba pidiendo parar, y como siempre mencionamos:
La lactancia puede durar el tiempo que funcione para AMBAS partes.
Cada vez toleraba menos las tomas, en algunas ocasiones comenzaba a sentir ansiedad, mi cuerpo durante el día lo sentía “a la defensiva”, (disponible para tomas, pero intolerante ante contactos físicos inesperados, jalones de pierna, tenerla sentada en mi regazo), cada vez de manera más frecuente.
Siempre hubo días maravillosos y días pesados, pero ahora los pesados predominaban y estaban afectando mi salud física, mental, emocional, y la manera en la que podía presentarme para Alice. Durante varios meses “quería pero no quería destetar”, ahora mi sentir fue muy claro.
Cómo lo visualicé vs cómo ocurrió
Desde el inicio lo imaginé gradual y retador, pero fue más difícil de lo que pensaba. Cada caso es único, hay bebés/niños que aceptan los cambios de manera más sencilla. A nosotras las tomas que nos quedaban eran las asociadas al sueño (siesta, para dormir en la noche y cuando tenía despertares).
Comenzamos muy bien quitando la toma para dormir, las de los despertares nos costaron un poco más, la de la siesta fue la más complicada (ya no hay toma pero tampoco siesta 😆, estamos trabajando en eso).
Mis prioridades durante el proceso
Que Alice se sintiera amada y bienvenida en mis brazos en todo momento.
Acompañarla con paciencia en sus desbordes emocionales.
Cubrir siempre sus necesidades: ofrecer alternativas de hidratación o afecto cuando pedía leche.
Conectar con ella a través del juego.
Hacerla parte del proceso de decisión: tuvimos muchas “últimas tomas.”
Cómo lo procesó ella (frases que no quiero olvidar)
Primer semana: "Ya no vamos a tomar leche en la noche, ahora solo de día."
Tercer semana: "¿Ya sanó la leche? Quiero tomar mucha."
Cuarta semana: "Quiero dos leches, la izquierda y la derecha." 😂
Quinta semana: "Ya no vamos a tomar leche de mamá, ahora solo la de vaso transparente." 🫶🏻
Inicialmente se sintió como si le estuviera quitando su herramienta favorita de regulación. Aunque no lloraba por las tomas y cuando le ofrecía alternativas las aceptaba, los desbordes durante el día por otras cosas aumentaron MUCHÍSIMO.
Han sido días muy complejos y retadores emocionalmente para las dos, pero estoy segura que este paso me acercará más a ella y nos permitirá encontrar herramientas que ella pueda utilizar con o sin mi.
Lo que más me ayudó
Flexibilidad. Tener una mente abierta durante todo el proceso, metas claras y relativamente sencillas, con flexibilidad.
Claridad. Ser firme y consistente con el mensaje: dentro de la flexibilidad, siempre le hice saber que íbamos por el mismo camino para evitar confundirla.
Hacerlo “divertido” para ella. Ofrecerle leche que le gusta en un vaso que le gusta.
Anticiparme. En las noches por ejemplo tener un vaso con agua por si se despierta y tiene sed. Ofrecerle leche en vaso antes de su siesta.
Informarme sobre el tema, buscando herramientas apropiadas para la edad de Alice.
Hablar con más mamás que han pasado por lo mismo. Todo lo que me estuvieron platicando durante estas semanas fue ORO.
Escribir, meditar, visualizar. Repetirme:
Si para nosotras la leche es amor, esa leche no se va, se transforma.
La historia que le conté:
“La leche de mamá va a comenzar a despedirse. Aunque ya no la tomes, siempre será parte de nosotras.
Cuando eras una bebé chiquita era lo único que tomabas, te ayudó a crecer y a seguir formando cada parte de tu cuerpo.
Después empezaste a conocer otros alimentos, probaste el kiwi, el queso, salmón, blueberries, (mencionando sus favoritos) ¿qué más has probado? Alice: “Fresas, pancakes, yogurt”. Ahora que ya comes muchas cosas deliciosas que te ayudan a seguir creciendo.
La leche nos ha cuidado durante mucho tiempo, y siempre será parte de nosotras, ya no necesitamos tomarla. Esa leche se despide como la conocemos hasta hoy, pero no se va, se transforma. Se queda en nuestros corazones y se convierte en abrazos, en risas, en cuentos que podemos leer juntas, en canciones y bailes, ¿qué más te gusta hacer con mamá? Alice: “jugar”. Pues ahora vamos a jugar más, a muchas cosas padrísimas. Y siempre que quieras puedes recargarte en el pecho de mamá".
Además de la historia, cuando comenzó a insistir mucho y negarse a dejar la leche le compartí también que a mamá ya le dolían las tomas, que el cuerpo de mamá necesitaba descansar.
Hubo días y noches en los que respondía con empatía, otros con gritos y llanto que me destrozaban el corazón y muchas veces terminaba cediendo a la toma. Como les conté alguna vez en mis historias, el proceso fue todo menos lineal.
Me siento inmensamente afortunada de poder vivir nuestro destete de manera planeada y consciente. Sé que muchas han pasado por destetes inesperados y repentinos o involuntarios, y las abrazo fuerte. Escuchamos y leemos tanto sobre el destete respetuoso y gradual, que no nos imaginamos que pueda suceder de otra manera.
Si llegaste hasta aquí, gracias por leer mi experiencia. Espero te sirva y te sientas acompañada en la etapa en la que estés. Cierro con estos recordatorios:
Tu lactancia, tus decisiones.
Mientras más informadas, mejor.
Mientras más alineadas con lo que tú realmente deseas, mejor.
Mientras más flexibles para adaptarse a las necesidades cambiantes de tu bebé y a las tuyas, mejor.
Cualquier decisión que tomes durante tu lactancia y destete, voluntaria o tomada porque tu bebé te guió hacia ese camino, deseo que siempre recibas el apoyo que necesitas.
Honra y celebra tu lactancia de la manera en la que la estés viviendo o la hayas vivido.
Si eres nostálgica como yo y te encuentras en proceso de destete, en lugar de pensar en lo que vas a extrañar puede servirte pensar en qué es lo que más agradeces de tu lactancia seguro te darás cuenta que la mayoría de las cosas en tu lista permanecerán contigo. Te comparto los agradecimientos que escribí con Alice:
Gracias por:
Ser alimento para Alice, ayudarla a crecer sana y fuerte.
Ser la excusa para abrazarnos y que nuestros corazones latan pegaditos.
Ser consuelo para Alice, calma para mamá.
Los libros y podcasts que nos acompañaron en tantas tomas.
Ser su fuente de hidratación única durante meses.
Brindarle defensas, vitaminas, minerales, microorganismos protectores.
Ayudarnos a conciliar el sueño con calma y amor.
Acompañarnos en cada vuelo, cada viaje, cada paseo.
Por regalarme una “huelga de lactancia” para tener empatía durante nuestro destete. Por estos 18 meses adicionales desde que pensé que ya no viviríamos esta experiencia.
Gracias por darme tantas respuestas en la meditación de la lactancia.
Gracias porque siempre serás parte de nosotras.
Se va la leche, pero se queda todo lo que nos ha regalado.
Etapa post lactancia, ¡BIENVENIDA!
Cada lactancia y destete es único, y no importa cómo o cuándo termine, siempre será una historia de amor.
¡Te mando un abrazo grande y espero tengas muy bonita semana! GRACIAS por acompañarme en cada etapa.
Con amor,
Niria