Abril 2025
Hoy quiero hablar de algo que muchas veces no nombramos, pero que sentimos constantemente: ese peso invisible de querer hacerlo todo “bien”... o “de la mejor manera posible”.
La canción que casi no le cantaba a mi hija
Cuando mi hija era bebé, solía cantarle una canción inventada por mí mientras la cargaba, mientras la vestía, mientras jugábamos:
“Te amo hoy, te amo siempre,
dame un abrazo, mi corazón.
Mi niña hermosa, mi niña bella,
eres mi sol, eres mi luz.”
Durante mucho tiempo pensé en cambiarle la letra. No porque dejara de sentir esas palabras, sino porque había leído que no deberíamos decirles a nuestras hijas que son “hermosas”, que mejor digamos que son fuertes, valientes, inteligentes. Que así las empoderamos mejor.
Y aunque entiendo de dónde viene esa recomendación (el mundo necesita niñas que se reconozcan más allá de su apariencia), también entendí algo con el tiempo:
Expresarle mi amor tal como lo siento también es empoderador.
Por supuesto en muchas otras actividades le repito lo valiente y lo capaz que es, pero creo que también hay espacio para expresarle mi amor sin tenerlo que acompañar de una cualidad "empoderadora".
El síndrome del padre sobre-informado
Así como me pasó con esa canción, muchas veces ese deseo de hacerlo todo “bien” nos hace dudar incluso de lo que nace de nuestro instinto.
Ese es el síndrome del padre sobre-informado.
Un día te descubres leyendo tres libros, cinco cuentas de Instagram, newsletters, escuchando podcasts…y aún así te sientes más confundida que al inicio.
Nos dicen que criar con información es criar con poder.
Y es cierto, hasta que la información deja de darnos claridad
y empieza a robarnos la confianza.
Te preguntas si estás estimulando lo suficiente,
si estás usando las palabras correctas,
si el desayuno es balanceado,
si el método que elegiste es el mejor,
si deberías estar haciendo más.
Y nadie nos dijo que a veces, el exceso de saber
nos desconecta de lo más sabio que tenemos: nuestro instinto.
La crianza no es un examen.
No estamos aquí para contestar todo bien.
Estamos aquí para acompañar.
Para mirar a nuestros hijos. Para crecer con ellos.
✨ Si alguna vez sentiste que saber tanto te hace dudar más, no estás sola. Regresa a ti. A lo que te hace sentido. A lo que funciona en tu hogar.
Hablando particularmente de nutrición.
Si te sientes tranquila con las recomendaciones de tu pediatra de confianza, no necesitas buscar más. Sigue esa guía, sin culpa, sin ruido.
Si algo en ti siente confusión, si la información que has recibido es ambigua o no conecta con tu visión de cómo quieres alimentar a tu hijo, entonces busca una voz con la que sí conectes. Pueden ser nuestros recursos u otras fuentes que conecten contigo. Después de encontrar lo que necesitas, cierra tu navegador. No es necesario saturarte de información.
Vuelve a mirarte a ti y a tu bebé.
¿Te ha pasado que dudas incluso de lo que haces con amor?
¿Qué cosas hacías con tu bebé que luego pensaste que quizás “no eran lo mejor”? Estoy segura de que muchas eran justo lo que tu hij@ necesitaba🌷.
Espero que este mensaje abrace tu corazón tanto como abrazó el mío al escribirlo.
Con mucho cariño,
Niria